La perdición del franquiciado
Hoy te voy a hablar de franquicias.
De pros y contras, pero sin entrar en ninguna en concreto.
Al final se trata de empresas que proporcionan una serie de servicios a sus franquiciados, y como es normal, cobrarán unos honorarios por esos servicios.
¿Qué servicios?
Imagen de marca.
Formación específica sobre la actividad que se ha franquiciado (esto me vale para un “burrikin”, o para una franquicia de “construcción de fuentes ornamentales y parterres”).
Herramientas que van a facilitar la gestión de la empresa (se supone).
Un poquito de metodología de gestión (se supone también).
Campañas publicitaras por cuenta de la franquicia, para captación de potenciales clientes.
Captación de clientes.
Etc.
¿Y los honorarios?
Pues normalmente se compone de dos partes:
Una cuota de entrada, que va a cubrir la formación inicial, el arranque de la actividad, la metodología de trabajo, etc.
Y una comisión por cada venta que haga el franquiciado.
Básicamente a cambio de la labor comercial
Es decir, superada la cuota inicial, si trabajo le pago a la franquicia, y si no trabajo, no le pago nada.
Así que, planteado de esta forma, y sin tener que hacer nada por mi parte, empezarán a llegarme clientes.
Y me voy a hartar de hacer obras (o por lo menos de presupuestarlas)
Bien.
¿Pasado un tiempo, sabes qué pasa con muchos franquiciados?
Que los números no le cuadran por ningún sitio y les toca salir por patas.
A veces hasta de malas formas (o sea, con abogados de por medio).
¿Y esto por qué?
Por dos cosas básicamente.
Primera:
La cuota de entrada no ha incluido como gasto general de la empresa, por lo que ese gasto sale del bolsillo del empresario / emprendedor.
Segunda:
La comisión por cada venta no se ha incluido como un coste indirecto en el presupuesto.
Y eso significa que esa comisión (que puede ser el 10% perfectamente), sale directamente del beneficio de la obra.
Y como en la obra no es habitual ganar tanto, ya te imaginas lo que pasa.
Que alguno se queda sin cobrar.
¿Qué hay que hacer entonces?
Hombre, pues tenerlo en cuenta.
Que pagar una comisión por una labor comercial no es malo.
Lo que es malo es tener que pagarla sin haberla tenido en cuenta.
Pues este es un temita del que perfectamente se puede hablar en los directos de Gesso Comunidad.
¿De qué vamos a hablar el próximo lunes?
Del presupuesto de control.
Que es otro tema de los divertidos.
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Aquí es
¡Hasta mañana!
Juan Ramón Moreno
Metodología, Herramientas y Acompañamiento
Ingredientes necesarios para que la empresa sea más rentable.
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