Carpeta de obra. Detalles que marcan la diferencia

Pues sí. 

Esta es una de esas cosas que parecen irrelevantes y que da igual cómo se hagan. 

Pero basta con analizarlo un poco para ver que, ni es irrelevante, ni es ninguna tontería, ni da igual cómo se haga. 

Es más, esta es una de esas “tonterías” que significan tiempo. 

Imagínate lo siguiente: 

El encargado de la obra sabe más o menos cómo se llama su obra, y cada vez que recoge un material, en el albarán ponen el nombre de obra que más o menos se sabe. 

Es decir, cada vez pone un nombre distinto. 

Cuando esos albaranes llegan a la empresa, se puede formar un lío de dos pares. Además del tiempo que se pierde intentando descubrir para que obra es cada uno. 

Ahora imagínate que el encargado tiene una carpeta de obra, con el código y nombre de esa obra pegado en la tapa. Y además bien grande. 

Pues bien, ya tenemos la excusa perfecta para tirarle de las orejas cuando veamos un albarán con el nombre de obra puesto a boleo. 

Y ahora viene las dos preguntitas de rigor: 

¿Cuánto te cuesta darle al encargado una carpeta con el código y nombre de la obra? 

¿Cuánto te cuesta no dársela? 

Y como estos detallitos, unos cuantos. 

¿Qué es lógico?  

Claro 

¿Qué normalmente no se hace? 

También 

Pues con Gesso Transformación te ayudamos a fijarte en detalles que no te costarán nada implementarlos, pero que no tenerlos implementados te está costando mucho dinero. Aunque, como es normal, ahora no lo sepas. 

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¡Hasta mañana! 

Juan Ramón Moreno 

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