Ahí va un consejo que mejor no hacerle caso
Efectivamente la lo largo de la vida se reciben consejos de gran utilidad, pero también consejos que son para no hacerles ni puñetero caso.
Y esos son los peligrosos.
Porque seguirlos puede resultar nefasto para tu empresa.
Aunque no te des ni cuenta.
Incluso te pueden parecer buenos consejos.
Si además te los da alguien de tu confianza, y con toda la buena voluntad del mundo, pues entonces no solo te parecerán buenos, sino que para ti lo serán, y los seguirás alegremente.
Y ese es el origen de muchas pérdidas de tiempo y de dinero, que hacen que una empresa sea menos eficiente, y por lo tanto menos rentable.
Vamos a algún ejemplo concreto, que si no estamos hablando del sexo de los angelotes (o angelotas).
Hace unos días, el socio de una empresa de construcción me contaba una “conversación vs disquisición vs discusión” con su asesor fiscal.
El tema era el siguiente:
¿Gestionamos todos los costes de la obra, por pequeños que sean, o solo los importantes?
Razonamiento del asesor, y que todos le compraron enseguida:
“Os va a costar más dar de alta todos esos costes “tontería” que el valor que os aportan”.
Y si a eso sumamos que todos van hasta arriba, pues en esta empresa que os cuento siguieron el consejo.
¿Por qué?
Porque es menos trabajo, más cómodo, y lo ha dicho el asesor.
¿Sabes lo que pasa en realidad?
Que el asesor está pensando en contabilidad financiera, donde las “peccatas minutas” son eso, “peccatas minutas”.
No está pensando en contabilidad de costes, donde todo lo que pase en la obra es información que tenemos que registrar y controlar.
Ni comprende ni conoce la utilidad de un registro exhaustivo de todos los costes (de todos, sin excepción).
Y así, desde la ignorancia ignota, se pueden dar buenos consejos, que en realidad son muy malos.
¿Y sabes cuál es la consecuencia?
Pues que esta empresa tiene una rentabilidad del 5%, cuando podría tener el 15%.
¿Por esa tontería?
Pues sí.
Esa tontería provoca un efecto mariposa que hace que todos sean menos productivos, que todo sea más caro, y que las fugas de rentabilidad campen a sus anchas.
Y esto es metodología.
¿Cómo se llama?
Hasta mañana
Juan Ramón Moreno
Metodología, Herramientas y Acompañamiento
Ingredientes necesarios para que la empresa sea más rentable.
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