El lio de los indirectos y del beneficio…
Primera buena noticia:
No es ningún lio.
Basta con tener claro que es y que representa cada uno.
La mala noticia:
Es mas cómodo contarlo todo junto, en un único porcentaje y sin mojarse, que hacerlo como toca
Y que Dios reparta suerte.
Vale.
Vamos a recapitular.
Cuando estudio un presupuesto primero aventuro costes.
Después, a esos costes directos, les aplico un margen bruto.
Y ya tengo el precio de venta.
Ese margen bruto viene de tener en cuenta los gastos generales de la empresa, indirectos de la obra, y un ansiado beneficio.
Pues bien, cuando cojo ese margen bruto y no tengo ni idea de cómo se trocea, hay una reacción inmediata en el cuerpo, que no da picores, pero que puede ser muy perjudicial para la salud de la empresa:
Sin poder evitarlo se piensa que ese margen bruto es casi todo “ganancia”.
O sea, beneficio.
Te pongo un ejemplo rápido:
Imagínate una empresa que pone un margen bruto del 40% y ya está.
“Porque si pone menos no le salen los números”
Pero no sabe que parte de ese 40 son indirectos, y que parte beneficio.
¿Cuándo indagas un poquito sabes que te dice?
Que el 10 (o menos) son gastos generales
Y el 30 (o más) beneficio.
Lo cual sería maravilloso si se cumpliera.
Pero como nunca se cumple, pues eso.
¿De que vamos a hablar el próximo lunes 25 a las 17:00 (hora Madrid)?
De los gastos generales de la empresa.
De cómo aventurarlos, cómo repercutirlos y cómo verificarlos.
Vamos, un temazo.
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Y después lo puedes ver tantas veces como quieras, que para eso se graba.
Aquí es
¡Hasta mañana!
Juan Ramón Moreno
Metodología, Herramientas y Acompañamiento
Ingredientes necesarios para que la empresa sea más rentable.
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