Existe una creencia bastante extendida en el sector de la construcción, en virtud de la cual eso de los gastos generales y el beneficio industrial es solo para empresas grandes, que tienen una estructura empresarial más desarrollada. Mientras que, para las empresas pequeñas, con apenas estructura, esa es una guerra que no va con ellas.
Nada más lejos de la realidad.
Cuando estudiamos un presupuesto hay una máxima que nunca debemos perder de vista: “Un coste en una obra, lo hayamos tenido en cuenta o no, si se tiene que producir, se producirá”. Pues lo mismo ocurre con los gastos generales. Aunque no los contemos da lo mismo. La realidad es tozuda: se van a producir y los vamos a tener que pagar.
¿Pero de cuánto estamos hablando? ¿es una cifra lo suficientemente pequeña para que no haga falta tenerlo en cuenta? Naturalmente, para la primera pregunta hay tantas respuestas como empresas en el mundo, y la respuesta a la segunda pregunta dependerá de la primera. Lo que si que podemos hacer es poner un ejemplo, y ver lo que pasa.
Supongamos una pequeña empresa de reformas, formada por un albañil y un ayudante. El primero es autónomo y ejerce de gerente a deshoras y los fines de semana, mientras que el segundo es asalariado.
Esta microempresa tiene un volumen de facturación de 60.000 €/año aproximadamente.
La empresa no tiene oficina, y solamente tiene un almacén, propiedad del gerente, donde guarda la herramienta.
De gastos generales solamente tiene la asesoría, teléfono, luz del almacén, la cuota de la furgoneta, etc. Podría ser algo como lo que se muestra en tabla:

Lo primero que vemos es que, a pesar de la mínima estructura de la empresa, el gasto general es una cifra respetable. Y lo segundo es que, para este ejemplo, el gasto representa el 18.5% del volumen de facturación.
Además, hemos supuesto que el gerente, cuando actúa como gerente, lo hace gratis. Y aquí es cuando se dice la famosa frase “si yo cobrara todo eso no haría ninguna obra”
De aquí se pueden extraer varias conclusiones:
No por ser la empresa más pequeña son menos los gastos. De hecho, hay algunos gastos que daría lo mismo para 2 operarios que para 4 (por ejemplo, la asesoría).
Eso de los gastos generales de empresa y el beneficio industrial, es una guerra que va con todas las empresas, sea cual sea su tamaño.
Y una pregunta: ¿Cómo podemos reducir los gastos generales?
Y esto es una guerra que veremos en otro post.