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Seis razones para presupuestar con precios descompuestos en la Construcción
Para la empresa constructora el presupuesto representa una fuente de información y de control de la obra que va más allá de conocer únicamente el precio de venta. Podemos encontrar hasta seis razones por las que nos conviene hacer los presupuestos con unos precios descompuestos bien elaborados.
1.- Conocer el coste directo estimado de la obra.
Este es el paso previo para saber por cuanto deberíamos venderla para cubrir nuestros objetivos de empresa. Es decir, una vez calculado el coste previsto, le aplicaremos los porcentajes de Gastos Generales y de Beneficio, y así poder determinar el precio de venta.
Por ejemplo, si alguien nos dice: “Nos han contratado una obra por 550.000 €”, podremos dudar entre felicitarnos, o preocuparnos seriamente. Por el contrario, si además nos dice que dicha obra, si todo va según lo previsto, nos costará 420.000€, estableceremos una reserva de 85.000 € para cubrir gastos generales, y obtendremos un beneficio de 45.000 €, la cosa cambia substancialmente.
2.- Conocer los recursos, y su cantidad, que necesitamos para ejecutar cada una de las unidades de obra y por tanto toda la obra.
Esto nos permitirá planificar tanto los recursos propios de la empresa, como los externos.
Siguiendo con el ejemplo, si en esta supuesta obra que nos han contratado, sabemos que vamos a necesitar 3.500 horas de operario para ejecutarla, y que en esta obra “caben” 4 operarios simultáneamente, es fácil determinar que la duración aproximada de la obra será de 22 semanas
3.- Documentar costes y rendimientos permite detectar desviaciones.
Cuando elaboramos un presupuesto lo más fácil es equivocarnos, sea a favor, o en contra, pero la probabilidad de equivocarnos es muy alta. Por eso es importante conocer dónde nos estamos desviando. Puede ser en la cantidad de recurso utilizado, o en el precio unitario de dicho recurso. Cuanto antes conozcamos el motivo de la desviación, antes podremos establecer medidas correctoras, o en el peor de los casos, aprenderemos para las siguientes obras. Para conseguirlo, documentar cada decisión es imprescindible para un correcto seguimiento.
4.- Permite modificar y ajustar las condiciones de una unidad de obra de forma rápida.
Por ejemplo, si el cliente nos solicita una mejor calidad en un material concreto, bastara con modificar el precio unitario de dicho material.
5.- Permite aprovechar la experiencia de otras obras, sin tener que pensar lo que ya estaba pensado.
Al estudiar una unidad de obra de un nuevo presupuesto de oferta, es muy probable que alguna vez hayamos estudiado unidades de obra parecidas. Bastará con reutilizar la descomposición de alguna unidad de obra similar, y ajustar los rendimientos y precios unitarios a las condiciones de la obra que estamos estudiando. Un ahorro de tiempo gracias al correcto aprovechamiento de la experiencia acumulada y documentada.
6.- Permite delegar la elaboración de presupuestos
De todos las tareas en que podríamos dividir la elaboración de presupuestos, la más crítica es el ajuste de final de rendimientos y costes unitarios. El resto de las tareas (montaje de la estructura en capítulos y unidades de obra, recopilación de información, etc.), lo podemos delegar en personal que no sea conocedor de la obra. Después bastará con aplicar las correcciones y ajustes necesarios sobre los precios descompuestos.